dijous, 2 d’octubre del 2014

The Funeral.

https://www.youtube.com/watch?v=cMFWFhTFohk

"- Me da miedo.
- ¿Por qué? ¿Qué es lo que te asusta tanto?
- Perderte."

Me voy.

Me voy lejos para echarte de menos, porque quiero. Quiero echarte tanto de menos que me odie por el simple hecho de pensar en ti por no tenerte a mi lado.

Es más, necesito echarte tanto de menos que tenga que confabular contra mis sentimientos de antemano para no sufrirte cada vez que se pasee tu mirada en mi cabeza; por si algún día alguien vuelve a cruzar sus dedos con los míos y a mi me sale esa sonrisa de imbécil que ponía, tu sonrisa, pensando que vuelvo a coger tu mano.

Deseo echarte de menos a un nivel tan inalcanzable que ni yo mismo, por más que lo haga absolutamente todo mal, pueda llegar a superarlo. Necesito echarte de menos aquí y allá; echarte de menos en ese viaje a Nunca Jamás que nos prometimos, o en el mar, que más dará, esté en la cama, en el sofá, paseando por el bosque, o en mitad de la ciudad, pero lo que necesito es echarte de menos, sin más. Echarte de menos sin saber el porqué, pero sabiendo que no te volveré a ver más.

Te voy a echar de menos por encima de toda nostalgia o tristeza que pueda tener, hasta el punto en que aborrezca tu recuerdo, tus cd's, tus series preferidas, tus frases subrayadas en mis libros... Hasta el punto en que te aborrezca a ti.

Joder, no sé, pero parece que todo sea echarte de menos y ya está... Aunque bueno, la verdad es que quiero echarte de menos, porque puede que sea la única manera que tengo de no echarte de mi vida.

dimecres, 24 de setembre del 2014

Nota Sin Título.

https://www.youtube.com/watch?v=KQu8FOjJXdI

Salgo al jardín, otra taza más de café me acompaña. Me siento y por primera vez, mientras me hallo sentado en el borde de la piscina y contemplando las estrellas, empiezo a entenderlo todo con más claridad.  

Nos veo en aquella sala de cine maltrecha a la que éramos asiduos por el simple hecho de que ambos, o eso creía yo, disfrutábamos más observando al grupo de extraños parroquianos que nos acompañaba en cada sesión, que viendo la película. Así de raros éramos, nos daba igual qué película estuviera en proyección mientras la sala estuviera a medio llenar, porque puestos a ser raros, si había demasiadas personas nos acabábamos aburriendo. Pero ahora, por primera vez, estoy sentado y presto atención a la película mientras tú me observas a mí, como si formara parte del grupo de nuestros extraños conocidos.

'Qué esperar cuando estás esperando...'

Es un título de película cutre, pero es la una de la madrugada y hace rato que la noche ha caído. Allí sentado me convierto en espectador del vodevil más absurdo al que hemos asistido nunca.

Palabras vacías, abrazos rotos, corazones destrozados... Todo esto adornado con diálogos olvidados, al igual que ciertas promesas que por lo visto acabaron perdidas en algún rincón muy oscuro. La película está acompañada por una música compuesta por falsedades e inseguridades que te atrapan y que te niegan la visión de la realidad, creando así unos efectos especiales casi perfectos.

Una vez acaba este triste espectáculo me levanto y voy a servirme otra taza de café. 

Desde hace días he intentado negarlo, he buscado mil excusas y explicaciones para justificarte, para pensar que no tenías la culpa de nada, pero me he dado cuenta de que ya no me importa(s). Ya no te espero y ya no necesito esperarte más.

Yo no se si serán las horas que llevo sin dormir, las que me robaste durante estos meses que has dado por finalizados, o las que me ha quitado el café que me inyecto en vena para vivir en la realidad y no soñar contigo, pero lo cierto es que me he dado cuenta de que esas palabras han sido nuestra esencia; sí, en efecto, ese título de 'película cutre' como he dicho antes, hemos sido tú y yo, esa película tan absurda hemos sido nosotros. Toda una vida esperandote, encontrarte, y darme cuenta de que si no fuese gracias a ti, todavía estaria esperando a conocerte. Por suerte, te fuiste y dejé de esperar(te).


Lo cierto es, que el día que trate de entender lo que escribo, dejaré de escribir.

diumenge, 5 de gener del 2014

Queridos Reyes Magos...


'...Queridos mamá y papá, querida hermana, queridos abuelas y abuelo...'

Como cada año, os he dejado la cena preparada en la mesa, pues sé que llegáis a casa cansados de trabajar y es lo menos que puedo hacer por todo lo que me habéis dado a lo largo de estos años. También deciros que os he preparado una cama, con un pijama para cada uno, por si estáis tan agotados que necesitáis descansar, y si tenéis frío no os preocupéis, despertadme, pues por siempre, estaré a vuestra entera disposición cuando me necesitéis, y vendré a arroparos si hace falta para toda la vida.

Por cierto, tengo que deciros que en el balcón he colgado una estrella, por si no encontráis el camino, pues cuando era pequeño siempre me habían dicho que os ayudaba a encontrarlo, aunque... bueno, tampoco sería muy grave si os perdierais, ya que este año no quiero pediros nada para mí en particular, y además, tampoco he sido bueno... ¿para qué voy a mentiros?

Bueno, sin más preámbulos, lo que os voy a pedir sonará un poco a tópico... Las típicas cosas que se dicen cuando aún eres un niño inocente y sigues fantaseando con planetas con el agua amarilla y el sol azul, o con personas felices y que se quieren las unas a las otras sin conocer el significado de la palabra 'guerra' o 'muertes'... 

Hmmm... Querer, esa es la palabra que buscaba para introduciros mi petición; ahí va: como he dicho antes, no quiero nada para mí, y menos material. Lo que de verdad quiero pediros es que traigáis un corazón, una sonrisa o un abrazo a todos los que lo necesitan. Sé que en estos tiempos de crisis son muchos, y por ello me disculpo si no he dejado los zapatos suficientes como para que, cada persona solitaria y falta de amor, lo reciba, pero por favor, hacédselo llegar de cualquier forma.

Por favor, traed a cada hogar la ayuda que tanto necesita: a casa del pobre, un trabajo; a casa del rico, un Robin Hood, pues hace mucha falta también en estos tiempos; a casa del deprimido, un corazón nuevo para que lo cambie por el que tiene roto; a casa del dichoso, una forma de compartir su felicidad con el mundo, como por ejemplo una caja llena de sonrisas, para que las vaya repartiendo a todos los ojos tristes que encuentre; a los que no tienen recursos, un abrazo que los proteja y les de, almenos, un hogar en el que refugiarse... 

Haced que la pobre mujer maltratada encuentre a su Neruda particular, para que este le haga olvidar su pesadilla y le escriba 100 poemas de amor, o 1000, o 1000000, los que quiera, uno por cada día que pasen juntos, pero que también le escriba esa canción desesperada que tanto le hizo sufrir, para que al fin viva en paz; y al hombre despechado o solitario, haced que encuentre a su propia hermana Brontë, para que le acompañe en sus más locas aventuras y para subir junto a ella las cumbres más borrascosas que existan.

Y pensándolo bien... Siento ser un poco egoísta pero, ¿podríais traerme a mí también una persona que se cruce en mi camino? Alguien que me invite a un café despues de observarme durante un largo rato, esperando a que terminara mi libro, o alguien que cruce su mirada con la mía, o una tímida sonrisa, mientras miramos cd's en esa sección olvidada de la tienda, como si desterraran a nuestros artistas 'indie' favoritos... Os lo pido porque se me está olvidando ya lo que es compartir locuras con ella, y la verdad... es una putada muy grande.

Sé que es difícil lo que pido... Pero bueno, si no es una molestia y para no enrollarme más, si que me gustaría que traigáis esperanza para cambiar el mundo, pues al fin y al cabo, la esperanza es lo último que se pierde.

Gracias por todo.